No hay duda de que el vino es una bebida realmente especial. Esto es así hasta el punto de haber sido siempre objeto de culto por personas de todos los países y las más diversas culturas del mundo, y hasta tal punto de que su almacenamiento y conservación es todo un arte en sí misma que, por supuesto, requiere el cuidado de algunos aspectos.
Uno de ellos es la temperatura a la que deben almacenarse las botellas. Entre 12 y 16ºC es la ideal. Además, conviene tener en cuenta que tampoco pueden exponerse a cambios bruscos de temperatura, por lo que no es aconsejable guardar el vino en la cocina (cuya temperatura sube ostensiblemente al cocinar), en el salón o en cualquier otra estancia donde haya aparatos que emitan frío o calor (aparatos de aire acondicionado, radiadores, etc.).
Asimismo, la humedad ambiental relativa debe ser de entre el 70 y el 80% para evitar que el corcho no se seque o humedezca, ya que esto podría oxidar prematuramente el vino en el primer caso o provocar en él la aparición de mohos y hongos en el segundo. De igual modo, también es preferible evitar la exposición del vino a la luz directa, dado que esta puede provocar reacciones químicas que lo oxiden, así como a olores fuertes que puedan interferir en el sabor.
Estas premisas limitan la ubicación de nuestras mejores botellas a una pequeña bodega, un sótano o un trastero. Obviamente no todos podemos disponer de alguno de estos espacios, pero, tanto si es así como si no, es muy recomendable contar con un mueble botellero que en mayor o menor medida contribuya al cumplimiento de estos requerimientos. Y en ese sentido, el mercado nos ofrece un interesante abanico de opciones a precio bastante asequible. Los muebles botelleros son siempre una buena opción, ya que además de permitirnos colocar nuestras mejores botellas de vino en posición horizontal, que es como deben guardarse los vinos (a excepción de los espumosos), suelen ofrecernos en muchos casos una zona para colgar copas boca abajo, así como algún que otro compartimento para guardar abridores, decantadores, tapones, termómetros, bombas de vacío, servilletas, etc. Esto resulta especialmente práctico para realizar una primera cata in situ, sin necesidad de alejarnos demasiado de la zona donde almacenamos las botellas.
Existen botelleros de diversos materiales como madera, metal, piedra o plástico. Los botelleros de madera son los más populares y demandados seguidos de los de metal y finalmente debido a su precio más bajo los plásticos. Los botelleros de madera son altamente decorativos y confieren un estilo rústico y un ambiente cálido a la estancia.
En definitiva, es importante prestar cierta atención y esmero al almacenamiento y conservación del vino, puesto que solo así podremos disfrutarlo en todo su esplendor. Elegir el botellero adecuado ayudará a que las botellas se almacenen de la manera correcta, sin vibraciones, en la posición adecuada, además cabe recordar que también debemos prestar especial atención a la ubicación o emplazamiento donde situar nuestra pequeña bodega.