La gran variedad de tipos de madera existentes y, sobre todo, la infinita gama de colores y barnices que ofrece actualmente el mercado nos pone en un serio aprieto a la hora de tener que catalogar los colores de la madera de nuestros muebles. Y es que, lo que para una persona puede ser un color nogal, equivale a lo que otra llamaría color cerezo, otra sapeli, otra color roble, otra caoba, otra cedro, otra acacia... y así podríamos seguir durante horas. No hay más que hacer una búsqueda en Google con un término del tipo "color nogal", hacer clic en la pestaña de imágenes y comprobar la inmensa variedad de colores y matices que, según los diferentes resultados, pueden estar englobados dentro el citado tono. Y lo mismo ocurre con cualquier otro color con el que hagamos este experimento.
Pero además de los eternos debates en torno a la nomenclatura de un determinado color (objetivo), en la ecuación entran en juego más factores a la hora de catalogar su tono. Otro de ellos es la luz que haya en el espacio en el que se encuentre el mueble. Seguro que alguna vez has comprobado cómo incluso un mismo mueble parece de diferente color según la cantidad y tipo de luz a la que se exponga en cada momento. No es lo mismo ver un aparador de madera con todas las luces encendidas que con todas las luces apagadas, o en distintos momentos del día, ya que la luz del sol obviamente varía según la hora o incluso la estación del año en la que nos encontremos.
Otra variable es el propio contexto en el que situemos el mueble en cuestión. Un mismo artículo de mobiliario puede parecer más claro, oscuro, marrón, rojizo, amarillento, etc. según los muebles que tenga al lado, el color del techo, suelo, paredes, etc. Y tampoco conviene obviar que un mismo mueble puede presentar distintos matices según la posición desde la que lo miremos (más cerca o más lejos, en diagonal, de frente, etc.). Por ello cada vez somos más reticentes a catalogar el color de nuestros muebles. Preferimos que lo hagáis vosotros de acuerdo a las fotografías de cada artículo, siempre citando un matiz importante, y es que los productos se exponen a una gran cantidad de luz (focos, flash de la cámara, etc.) en el momento de realizarles las fotografías, especialmente aquellas en las que aparecen 'aislados'. Por eso, siempre que tenemos la oportunidad -generalmente a través del teléfono- aprovechamos para deciros que, sobre todo en el caso de nuestros muebles coloniales, los artículos suelen presentar en realidad un matiz algo más oscuro que el que muestran en algunas de las imágenes, pues en ellas están expuestos a más luz de la que suelen tener en condiciones más o menos normales.
Todo ello nos lleva a una conclusión, y es que en el tema de los colores de la madera, todo es subjetivo y nada se puede asegurar al 100%, por lo que cada persona sabe mejor que nadie qué mueble combina mejor con los que tiene en casa, sea el sea o lo llamemos como lo llamemos.