No existe una fecha ideal para realizar el cambio de ropa de una temporada a otra, y variará según la zona en la que vivamos o si somos más o menos frioleros, pero lo cierto es que más pronto o más tarde todos vamos a acabar realizando este cambio, a menos que tengamos la suerte de contar con un vestido o armario enorme, por lo que vamos a contarte algunos consejos que puedes aplicar para que te resulte mucho más fácil y cómodo.
Lo primero que debemos hacer cuando nos planteamos este cambio de ropa de temporada es buscar un día en el que podamos dedicarle el tiempo y las horas necesarios. De esta forma, ni nos agobiaremos por no acabar a tiempo para poder hacer la siguiente tarea planificada, ni dejaremos todo por medio, manga por hombro y sin acabar de ordenar. Apostemos siempre por el orden y la limpieza para que nuestro hogar luzca lo mejor posible, y dejemos a un lado el caos y el descontrol.
Cuando llegue el día, prepara todo lo necesario antes de comenzar: perchas, cajas, bolsas, productos de limpieza… Y cuando lo tengas todo listo, ¡es hora de ponernos a trabajar!
Saca toda la ropa, zapatos y complementos que tengas en el armario ropero hasta dejarlo completamente vacío. Mientras realizas esta tarea, ve clasificando en varios montones las prendas. Por un lado, agrupa todo lo que te gusta y quieres conservar para el próximo año. Por otro, apila la ropa que se encuentra en buen estado pero que ya no quieres, sea porque tu gusto a cambiado o porque ya no te está bien de talla, y apártala para donarla o regalarla. La ropa que se encuentra muy estropeada, directamente sepárala para tirarla más tarde.
Mientras estás separando la ropa que quieres quedarte y la que no, te surgirán dudas. Existen diversos trucos y formas de decidir, pero uno de los que más se está poniendo en práctica es el truco de las perchas, que te contamos a continuación por si puede servirte de utilidad de cara a la próxima temporada.
El truco de la percha consiste en colocar todas las perchas de determinada forma al inicio de la estación, del revés, por ejemplo. Conforme vayas haciendo uso de las prendas que están colgadas en ellas, ve dándoles la vuelta y colocándolas del derecho. De esta forma, al final de la temporada, podrás ver de un solo golpe de vista qué prendas no has llegado a utilizar, y te será más fácil decidir si quieres volver a guardarlas o si prefieres donarlas.
Una vez hecha la clasificación y el armario se encuentra completamente vacío, llega el momento de hacer una buena limpieza. Da igual que el armario sea abierto o cerrado, en ambos casos se acumula polvo y suciedad, por lo que lo recomendable antes de colocar la ropa de la nueva temporada es pasarle el aspirador y un trapo con agua con jabón para dejarlo reluciente.
En cuanto a la ropa del verano que vamos a guardar, existen diferentes opciones, como las cajas, cestas o bolsas para quitar el aire y que aprovechan muy bien el espacio. A la hora de seleccionar qué irá en cada tipo de embalaje, es importante tener en cuenta las características de la prenda. Por ejemplo, los abrigos y chaquetas (que en esta ocasión no será el caso porque hablamos de ropa de verano) es mejor dejarlos colgaos y protegerlos con bolsas de abrigo.
Si utilizamos cestas y cajas, un buen consejo es ir etiquetándolas conforme vamos guardando la ropa en ellas, así después podemos encontrar la prenda que buscamos con un simple vistazo.
En cuanto a la ropa de otoño e invierno que vamos a colocar y ordenar, podemos seguir diferentes pautas. Existen 3 tipos de clasificación que son los más utilizados: colocar la ropa por colores, creando un armario con gran armonía cromática; guardar las prendas según su tipo, todas las camisetas juntas, los pantalones por otro lado…; o ordenar según el largo de cada prenda. Elegir un modo u otro de orden dependerá de tus gustos y preferencias, ya que todas las opciones son igual de válidas.
La ropa de esta nueva temporada que acabas de sacar también puede pasar un control antes de colocarla dentro del armario, así podemos comprobar si desde que la guardamos hasta ahora nuestros gustos y preferencias siguen siendo iguales, o si aprovechamos el viaje y donamos algo de esta temporada.
Estas son solo algunas de las ideas que puedes poner en práctica y que te contamos con el fin de facilitarte el trabajo, pero puedes hacer el cambio de armario siguiendo tus propios pasos.
¿Quieres unos últimos consejos?
- Guarda siempre la ropa limpia y bien ordenada.
- El método Marie Kondo apuesta por colocar las prendas dobladas en vertical, ya que según sus bases ocupan menos espacio y son más fácilmente identificables.
- Los zapatos de otra temporada puedes guardarlos en cajas o en bolsas preparadas con compartimentos, así no te estarán ocupando espacio mientras no los utilizas.
- A la hora de guardar cajas y cestas, deja a mano siempre las que sea más fácil que necesites.
- A la hora de elegir cestas, cajas y bolsas piensa en la estética. Si las eliges todas iguales o de colores similares, el armario quedará mucho más armonioso.