El Feng Shui es una antigua tradición china basada en la búsqueda de la organización, el equilibrio y la armonía en el hogar. Con ella se pretende ejercer una influencia positiva en las personas que lo ocupan y, en consecuencia, aumentar su bienestar. En base las premisas de esta filosofía, cada vez más seguida por decoradores de todo el mundo, pasamos a darte algunos consejos para ayudarte a potenciar el feng shui en el dormitorio.
1. No coloques tu cama en línea con la puerta
Lo ideal es que, mientras estás acostado/a en la cama, puedas ver la puerta de la habitación sin estar en línea con ella. Si el diseño o las dimensiones del cuarto no te lo permiten, intenta al menos evitar colocar tus pies directamente pies directamente hacia la puerta y, en la medida de lo posible, no dejes que el cabecero esté en la línea con ella.
2. Objetivo: un ambiente relajado
Debes aspirar a crear un dormitorio sereno, independientemente de tu estilo de decoración favorito. Pregúntate cómo te hace sentir la habitación. Un dormitorio con un buen feng shui te hace sentir acogido/a, cómodo/a y relajado/a. Recuerda que el estrés es la enfermedad del siglo XXI. Qué menos que empezar a prevenirla en la estancia en la que nos hallamos al empezar y acabar el día.
3. Usa un cabecero sólido
El cabecero es un elemento imprescindible, ya que nos dota de confort y es una barrera que evita que nuestra cabeza esté casi en contacto con la pared, alejándonos del cableado que pueda haber en el interior de esta. Es recomendable que el cabero sea bastante sólido, por lo que opta preferiblemente por los de madera o los tapizados y, a ser posible, evita los de metal, que por momentos pueden hacernos sentir como en una prisión.
4. Plantas de bordes suaves y redondeados
Es cierto que las plantas son siempre relajantes, ya que nos brindan más oxígeno por la noche y hacen que el espacio luzca más apacible, pero no todas reflejan la filosofía del feng shui. Opta mejor por las plantas que tengan bordes suaves y redondeados, de aspecto más relajado. Todo suma.
5. Ropa de cama orgánica
Sí, es bastante más cara, pero para sentirte mejor contigo mismo/a modo y, porque en la mayoría de los casos vale la pena, es recomendable optar por ropa de cama ecológica, cuyo cultivo de materiales está libre de pesticidas e insecticidas.
6. Equilibrio por encima de todo
El principio del equilibrio es muy importante en el feng shui. Por ello, tanto si duermes solo/a como en pareja, es preferible que dispongas de dos mesitas de noche y dos almohadas (en caso de que sean pequeñas). La asimetría, además de ser antiestética, causa mucho más desasosiego de lo que parece.
7. Mucho mejor sin televisor
Es muy tentador tener un televisor que poder ver desde la cama, pero si de verdad estás dispuesto/a a hacer cambios en tu dormitorio, te recomendamos evitarlo. El dormitorio es el lugar de descanso por antonomasia, por lo que, en la medida de lo posible, evitar en él la utilización de cualquier tipo de dispositivo electrónico, sobre todo el televisor, que en ocasiones nos desvela justo cuando más necesitamos dormir.
8. Iluminación brillante o suave
La iluminación aporta claridad, actividad y brillo a nuestro interior. El feng shui apuesta por una iluminación brillante, especialmente si estamos bajos de ánimo. Las velas son también muy recomendables para crear un agradable nivel de intimidad, más difícil de lograr con otras opciones de iluminación.
9. Mejor sin fotos, y menos a baja altura
Seamos claros en esto: las fotos familiares no caben en el dormitorio. La habitación es un espacio personal, un sitio diseñado para conectarnos con nosotros mismos/as y/o con nuestra pareja. Cualquier imagen, especialmente si se coloca a baja altura, puede deprimir emocionalmente. Este concepto, dicho sea de paso, también es aplicable a la cama, que, por el mismo motivo, no debe estar excesivamente baja.
10. Bajo la cama... espacio o artículos relacionados con el sueño
El desorden es sinónimo de estrés. El buen feng shui exige mantenerlo a raya. Es aconsejable tener el espacio abierto debajo de la cama, ya que crea una energía muy saludable. No obstante, si vives en una casa pequeña y necesitas ese hueco como espacio de almacenamiento, procura guardar solo artículos relacionados con el sueño, como ropa de cama, mantas y almohadas. Evita guardar artículos de cierta carga emocional, como zapatos, fotografías, ropa antigua, etc.