Estos muebles forman parte del mobiliario fundamental de nuestra casa en los meses de primavera y verano, y si queremos conservarlos y mantenerlos en buen estado durante el máximo tiempo posible, es muy importante aplicarles una serie de cuidados para que esto sea así.
Los muebles de exterior pueden estar fabricados en diferentes materiales, y cada uno de ellos requerirá un cuidado específico que deberás aplicar para conseguir los resultados más óptimos. Cuando adquieras un producto, infórmate bien acerca de las características y composición del mismo para poder realizar el correcto mantenimiento posterior.
En el post de hoy vamos a centrarnos en conocer algunos consejos para el cuidado de los muebles de madera.
Aunque la madera que se utiliza para fabricarlos suele ser muy resistente, recordamos: no conviene olvidar el cuidado y mantenimiento de los mismos.
Existen muchos tipos diferentes de madera en la que pueden estar fabricados los muebles, como la teca, el rattán, el eucalipto o la acacia, entre otros.
Cada tipo presentará unas características diferentes y precisará de unos cuidados específicos, ya que no todas las maderas son iguales.
Lo primero que debes tener en cuenta cuando compras, o vas a comprar, un mueble de madera para el exterior es que su materia prima es un elemento natural, por lo que las condiciones del clima serán un factor que les afecte. El sol, la lluvia, la humedad, el viento o el calor estarán siempre presentes y deberán tenerse en cuenta, ya que pueden alterar su apariencia y su estado.
La ubicación que les des en tu terraza será también un factor clave.
Algunos aspectos a tener en cuenta son los siguientes:
Intenta evitar las zonas en las que el sol o la lluvia les afecte directamente, así como zonas en las que se acumule agua, ya sea por charcos cuando llueve o por goteras. En este sentido es aconsejable colocar los muebles en terrazas o porches que estén cubiertos por un techo. Si esto no es posible, otras opciones son:
- Colocarlos en el momento en que van a usarse.
- Cubrirlos con una tela que los proteja de las inclemencias meteorológicas, como la lluvia y los rayos de sol, mientras no se les de uso.
Existen diferentes formas de otorgarles una protección frente al clima. Una de las que presenta gran eficacia y que aconsejamos que lleves a cabo es pintar los muebles con aceites especiales. Los más comunes son el aceite de teca y el aceite de linaza. Aunque ambos son una buena opción, a nuestro modo de ver, el aceite de linaza tiene más puntos a favor, ya que se trata de un aceite más natural y que tiene un efecto más duradero.
Otra opción disponible es aplicar una capa de barniz o esmalte. El inconveniente es que es menos duradera que la de aceite y es más difícil de retirar.
Ten en cuenta que, en muchas ocasiones, antes de aplicar el producto elegido, será necesario pulir un poco la madera para que absorba mejor el producto.
Otro consejo que te damos es que protejas los muebles del suelo, sobre todo los que coloques sobre tierra o césped. Una forma fácil de hacerlo es colocar tacos de goma u otros materiales, como el hierro, en la base de las patas. De esta manera evitamos que la madera absorba la humedad del suelo y se estropee más fácilmente.
Además, para conservarlos en buen estado durante más tiempo, es importante realizar limpiezas periódicas, para así evitar que se acumule suciedad que pueda dañarlos. Por ejemplo, podemos utilizar un trapo seco, y en algunos casos (dependerá del tipo de madera) un trapo húmedo, para retirar el polvo que se vaya depositando sobre ellos. Si humedecemos el trapo y queremos utilizar algún tipo de jabón, es recomendable que sea uno neutro, ya que los detergentes pueden dañar la madera.
Otro elemento que puede ayudarnos en la tarea de limpieza es un cepillo de cerdas suaves. Existen algunos específicos para terrazas, aunque si no tenemos uno, una solución práctica es utilizar un cepillo de dientes suave.
Si de una temporada a otra el cuidado no ha sido el correcto, además de estropearse el mueble puede aparecer moho. Si esto ocurre, lo mejor es tratarlo en el momento, ya que, de no ser así, la siguiente temporada volverá a aparecer.
Opciones para eliminarlo: a través de la ayuda del cepillo durante la limpieza, y si no resulta efectivo, lijando un poco la superficie.
¡Un último consejo! Si los muebles de tu jardín tienen alguna bisagra, puedes aplicar una capa de vaselina. De esta manera las estarás protegiendo de la humedad, y por lo tanto evitando los efectos de la oxidación.