Muchos/as nos vemos o hemos visto en la tesitura de tener que decorar un salón pequeño. Las casas y/o los presupuestos actuales a veces son los que son, y a pesar de que a todos/as nos gustaría tener un salón como los de las películas, no siempre es posible. Tras el necesario proceso de aceptación, toca ponerse manos a la obra. Y llegados a este punto, es recomendable tener en cuenta los principales aspectos para decorar una sala de estar de dimensiones más o menos reducidas:
Las medidas: metro, papel y boli
Lo primero es lo primero: las medidas. Antes de nada, necesitas saber de qué espacio dispones exactamente. Con la ayuda de una cinta métrica, toma medidas de la habitación, desde las paredes hasta el techo. Y aunque confíes mucho en tu memoria, es preferible que las anotes todas en un papel, tanto las totales como las parciales. A la larga lo agradecerás, créenos.
Funcionalidad, confort y estética
Con las medidas del salón en la mano, comienza a planificar la decoración con tres aspectos clave en mente: funcionalidad, comodidad y estética. Es decir, una habitación debe ser funcional, permitir un cómodo paso por todas las zonas y la apertura de todos los muebles, puertas y ventanas, pero también debe ser cómoda y tener una estética cuidada. Una vez interiorizadas estas características, lo ideal es que te hagas un pequeño plano con una posible distribución de los elementos que te gustaría colocar en cada sitio y sus medidas máximas.
Muebles adaptados al espacio
Los muebles auxiliares, sofás, cortinas, alfombras y demás artículos juegan obviamente un papel fundamental en la decoración del salón y deben adaptarse a las medidas del mismo. Sin ir más lejos, en nuestra tienda online ponemos a tu disposición una interesante selección de muebles para casas pequeñas, a la que te recomendamos echar un buen vistazo, pues resulta especialmente práctica para estos casos.
Integración con otras zonas
La integración de entornos es un buen truco para ampliar visualmente la sala de estar. En muchas casas y apartamentos nuevos es probable que esa integración ya exista en mayor o menor, pero seguramente no sea así si se trata de una vivienda algo más antigua, ya que en las casas de antes que hasta no hace mucho lo normal era dividir con paredes las diferentes zonas de la casa. Si estás en el segundo caso, plantéate la posibilidad de eliminar alguno de estos muros para unir el salón con el comedor, el recibidor o un pasillo. De esta forma, las zonas que unas parecerán más grande, además de tener más luz natural.
Colores neutros o pastel
En un salón pequeño, es preferible apostar por una paleta de colores neutros, claros y sobrios. Eso no significa que tenga que ser necesariamente blanco (aunque es una buena opción). De hecho, puedes incluso combinar tonos pastel en azul, amarillo o rosa con otros más neutros Otra opción es apostar por una base blanca y añadir algún color colores más alegre en detalles como los textiles o determinados objetos decorativos. Eso sí, procura no usar más de tres colores diferentes para evitar que la cosa se te vaya de madre.
Luz por encima de todo
Si hay un elemento muy importante para una pequeña sala de estar, ese es, sin duda, la luz, de modo que valora la posibilidad de hacer grandes ventanas para potenciar la entrada la luz natural, pero no dudes en reforzarla también con buenas lámparas de suelo, mesa y techo para que no falte luz artificial cuando sea necesaria.
Estilo: todo es posible
El hecho de que un salón sea pequeño no significa que no pueda tener su propio estilo, todo lo contrario. Independientemente de sus medidas, piensa primero el estilo decorativo que más te guste (clásico, moderno, rústico, etc.) y adáptalo luego en la medida de lo posible al espacio del que dispongas. Con un poco de ingenio y buen gusto, todo es posible.