En muchas ocasiones no sacamos a nuestras ventanas todo el partido que podríamos. Las ventanas son fuentes inagotables de luz natural, bienestar e inspiración dentro del hogar, y como tal debemos tomarlas a la hora de configurar la decoración de una estancia.
A la hora de decorar el dormitorio, un rincón junto a una ventana es el lugar ideal para colocar un pequeño rincón de lectura. Un espacio donde relajarnos y dar rienda suelta a nuestra imaginación con una buena novela, echar una tranquila ojeada al periódico del día o disfrutar de nuestra revista de decoración favorita. Para ello bastará con colocar un confortable sillón o una buena butaca junto a una lámpara de pie que nos permita practicar la lectura incluso cuando se vaya el sol.
Si lo que pretendemos es crear una zona de estudio en el sentido más tradicional del término, deberemos instalar una amplia mesa de escritorio junto a una confortable silla, así como una lámpara de mesa capaz de prestar una iluminación suficiente para trabajar con comodidad. Además, dicha zona puede ser de gran utilidad para navegar por Internet en nuestro tiempo libre con el ordenador de mesa o el portátil.
En el salón, colocar la cama bajo la ventana también puede ser una gran idea, aunque previamente tendremos que asegurarnos de que ésta cuente con un cerramiento de buena calidad que evite la aparición de molestas corrientes de aire. De esta forma, la ventana actuará como un original cabecero de gran valor decorativo. Siempre que la parte inferior de la ventana tenga una altura igual o superior a los 70 cm, podremos colocar la cama sin entorpecer su apertura, aunque recuerda que en el caso de que tu cama sea de matrimonio, muy probablemente tengas que subirte a la misma para abrir y cerrar la ventana.
Otra opción es crear un mirador en el que disfrutar de las vistas a través de la ventana. Esto podemos hacerlo ayudándonos de un banco a medida complementado con cojines mullidos o con cestos y cajas de almacenaje bajo el mismo que nos ayudarán a ganar sensación de orden.
En el caso de la cocina, lo más recomendable es ubicar la zona de trabajo, cocción o aguas junto a la ventana, de tal forma que podamos contemplar el paisaje del exterior mientras preparamos la comida o la cena. Esto amenizará la labor del cocinero/a, o incluso de la persona encargada de lavar los platos.
Por último, recuerda que la repisa de una ventana puede actuar como un original mueble auxiliar donde apoyar plantas, figuras de decoración, una pequeña lámpara, etc.
En definitiva, te animamos a aprovechar las posibilidades que te ofrecen las ventanas tanto por dentro como por fuera para obtener sorprendentes resultados decorativos.