El estilo art decó (en francés, art déco, y en inglés, art deco) es un movimiento popular surgido entre las dos guerras mundiales que hizo mella en una amplia lista de artes decorativas: arquitectura, moda, pintura, diseño industrial, interiorismo, etc.
La decoración art decó se consideró en su día un estilo de vanguardia que buscaba modernizar las clásicas ambientaciones de época a través del lujo y el carácter ornamental. Muchos años después, se ha convertido en una manera de ensalzar las formas conservadoras y lograr una fascinante mezcla de modernidad y clasicismo al más puro estilo ecléctico.
El art decó se caracteriza por las formas geométricas y los ambientes cuidados y elegantes. También destaca por la utilización de materiales industriales de aspecto brillante, como el metal cromado, además del plástico, la madera y las pieles naturales.
Los muebles apuestan por las líneas simples y modernas, integrando en muchos casos espejos o tapizados de cuero o terciopelo. Predominan los muebles grandes, robustos y llamativos, como en cualquier decoración ornamental que se precie.
Los colores más empleados son el negro, el gris, el beige, el dorado y el plata, tonalidades neutras que buscan que los muebles y accesorios sean el principal centro de atención. No obstante, también puede haber pequeños detalles en colores más llamativos, como el verde, el rojo o el azul.
Entre los elementos decorativos, es común encontrar todo tipo de piezas de joyería, que dotan al ambiente de un plus de lujo y distinción. Del mismo modo, son típicas las hojas y plumas, así como la presencia decorativa de algunos animales asociados de un modo u otro a las clases altas, como ciervos, pavos reales, galgos, gacelas, etc.
En cuanto a las paredes y suelos, son muy frecuentes los trazos y estampados cuadriculados o en zigzag, así como en forma de trapecio, cubo o esfera, que buscan dotar a las estancias de un toque artístico y vanguardista. Los pisos de mármol y parqué son vestidos en la mayoría de ocasiones con alfombras grandes y tapetes exóticos.
Los cuadros y grabados de época también hacen acto de presencia en la decoración art decó. Antiguos carteles publicitarios y esculturas y pinturas clásicas son buenos compañeros de viaje de este estilo, siempre a caballo entre el futurismo y la moda vintage.
Por último, la iluminación es otra buena forma de demostrar estilo y distinción. Para ello se utilizan grandilocuentes lámparas de techo y apliques de pared, candelabros y lámparas de mesa de cromo o níquel con todo tipo de pantallas opacas en tonos pastel.