Uno de las tendencias decorativas más de moda es la denominada granja o farmhouse, un estilo que, inspirado en las antiguas granjas norteamericanas, aúna lo mejor de los estilos rústico e industrial. Se trata de una corriente de lo más versátil que, probablemente, guste por igual tanto a los amantes del campo como a los de la ciudad por su aire imperfecto y algo desaliñado. Repasemos algunas de sus claves:
Muebles rústicos de madera
Los muebles rústicos, hechos en madera, son el santo y seña de este estilo, pero no de cualquier madera, ni aglomerados, sino muebles de madera natural y, a ser posible, acabados con efectos envejecidos y/o imperfecciones que denoten el paso del tiempo. Es casi innegociable la presencia de un banco rústico en el recibidor, así como de una gran mesa de madera para el comedor que aporte a la estancia una gran dosis de personalidad. Tampoco suele faltar una vitrina rústica en el salón o alacena vintage en la cocina terminadas con un bello efecto decapado. No solo en los muebles, sino en la casa en general (suelos, revestimientos, etc.) la madera es indudablemente el elemento estrella.
Blanco, beige, marrón...
El blanco, el beige y los colores cálidos en general son los predominantes en este tipo de decoraciones. Con ellos se forman ambientes sosegados, luminosos y acogedores que siempre son bien recibidos.
Techos altos: luz y espacio
Tanto las antiguas granjas como los lofts más urbanos destacan por sus techos altos (rematados en muchos casos con vigas de madera), con los que se consigue potenciar la sensación de espacio y luminosidad de la casa.
Artículos vintage para reforzar el eclecticismo
Aparte de los mencionados efectos decapé e imperfecciones en los muebles principales de la casa, siempre quedará bien la presencia algún artículo de decoración vintage en cualquier rincón del hogar: un gramófono, un reloj de pared antiguo, un baúl retro... Piezas destinadas a reforzar el eclecticismo del ambiente.
Flores, por supuesto
Existen pocos estilos decorativos en los que no tengan cabida las flores, y este no es uno de ellos. Las plantas y flores en general lucirán a las mil maravillas en el recibidor, la cocina, el salón o el dormitorio de una vivienda decorada al estilo farmhouse, aportando al espacio un atractivo aire natural.
La chimenea, todo un clásico
Las decoraciones farmhouse abogan por recuperar la chimenea tan típica de las antiguas casas de campo. Lo cierto es que dan al ambiente confort y calidez a raudales. No obstante, si no quieres sufrir el engorro de su continua preparación y limpieza, siempre puedes optar por una chimenea decorativa. El mercado actual ofrece una amplia variedad de modelos.
La mecedora, una apuesta segura
Si hay una apuesta segura en una decoración de estilo farmhouse, ese es sin duda una mecedora. Y es que hay pocos elementos más típicos de las casas de agricultores, ¿no crees? Ya sea de formas rectas o sinuosa, puede estar acabada en color natural, en blanco tiza... Lo que mejor combine en cada caso.
Los cestos, tan bonitos como útiles
Los cestos de fibras naturales, ratán o mimbre quedan de lo más bonitos, y qué duda cabe de que son un interesante espacio para guardar pequeños enseres auxiliares, productos de aseo, toallas, etc. Además, sin son suficientemente grandes, también pueden ser perfectos para depositar la ropa sucia e ir preparando así la colada.
¿Y a ti? ¿Qué te parece el estilo farmhouse?