A todos/as nos gusta estar cómodos/as en casa, ¡faltaría más! Y en este sentido, el estilo hygge es todo un referente en el mundo del interiorismo. Se trata de un concepto procedente de Dinamarca que alude a la comodidad y que ha derivado en toda una tendencia decorativa en sí misma. El estilo de decoración hygge es una oda al confort y al bienestar en el hogar. No en vano, debido probablemente a su frío clima, los daneses pasen la mayor parte de su tiempo libre en casa, por lo que son expertos en acondicionarla para sentirse verdaderamente a gusto en ella. El objetivo principal es que el hogar resulte cálido y acogedor, no solo para las personas que viven en él, sino también para las que lo puedan visitar ocasionalmente. Y para ello conviene tener en cuenta una serie de premisas:
Luz neutra y cálida
La iluminación es muy aspecto muy importante para tener sensación de comodidad y confort. Si las luces son demasiado brillantes, la persona siente la necesidad de mantenerse más activa y, por lo tanto, difícilmente encontrará el deseado bienestar. En cambio, si son demasiado oscuras, la persona no podrá concentrarse en el trabajo o sus quehaceres y probablemente se sienta algo perezosa. Por lo tanto, la iluminación debe abogar por un punto neutro y estar en coherencia con las condiciones ambientales y con el cambio de las estaciones.
Velas, un clásico que nunca falla
Las velas no pueden faltar. Colocadas estratégicamente (sin pasarse) en puntos clave de las diferentes zonas de la casa, darán ese punto de confort y romanticismo que las caracteriza, además de contribuir a la consecución de una adecuada atmósfera lumínica.
Muebles sencillos y envejecidos
Los muebles vintage son muy característico del hygge. Al fin y al cabo, los daneses tienen muy arraigado el concepto del reciclaje y la premisa de que no hay que desperdiciar nada, por lo que son unos enamorados de los muebles de madera natural patinados y envejecidos en general, tanto nuevos como restaurados, así como los artículos de decoración. Además, como sabes, estas piezas son una excelente manera de dar personalidad a la casa.
¡Orden en la sala!
El orden es otro aspecto primordial. El hygge nos invita a alejarnos de todo aquello que pueda interferir en nuestro bienestar en casa, y los objetos fuera de sitio forman para de ello. Por eso, sin llegar, ni mucho menos, a llegar a ser como el minimalismo, el hygge aboga evitar sobrecargar la casa y quedarnos con los elementos realmente importantes. Esto no significa que no podamos usar objetos de decoración, centros de mesa, jarrones, etc., pero siempre con orden, mesura y criterio.
Alfombras para dar y tomar
Las alfombras y tapetes son todo un sello de identidad del estilo hygge, debido a su sabida capacidad para brindar calidez y confort a los ambientes. En el salón, la entrada, un pasillo, los dormitorios... ¡Cualquier estancia de la casa las recibirá encantas!
Fotos y cuadros: la calidez de las imágenes
Las fotografías y cuadros contribuyen a hacer más acogedor nuestro espacio vital. Fotos de viajes, cumpleaños y de buenos recuerdos en general nutren el alma de bienestar y dan calidez y personalidad a la casa. Lo mismo ocurre con los cuadros decorativos. Las imágenes, en definitiva, suelen hacer que nos sintamos más cómodas/os.
Cojines: si hablamos de comodidad...
Si el objetivo es estar cómodas/os y a gusto, obviamente tampoco pueden faltar los cojines decorativos, que además, como buen textil del hogar, son perfectos para dar colorido y contraste cromático a los espacios.
Cortinas: el textil más funcional
Las cortinas de los países nórdicos suelen ser más tupidas que aquellas a las que estamos acostumbrados, por la sencilla razón de que es muy raro ver persianas fuera de España, y en ausencia de ellas, las cortinas son el único recurso para tapar la entrada de luz. Por ello tienen un papel especialmente relevante en el hygge, tanto a nivel funcional como estético.
En definitiva, la esencia del concepto y estilo hygge radica, sobre todo, en el aprovechamiento de elementos sencillos para encontrar el bienestar en el hogar sin necesidad de invertir para ello mucho esfuerzo ni dinero.