Probablemente no sabías que el minimalismo, surgido a mediados del siglo pasado, se inspiró en los japoneses, que vivían (y siguen viviendo) una vida muy simple antes de abrir sus puertas y su cultura a Occidente. La decoración japonesa se basa en una vida limpia y ordenada. Se trata de un estilo que busca traer paz, armonía y equilibrio a la casa. Y ¿cómo lo hace? Pues bien, estas son algunas de sus principales doctrinas:
Muebles bajos
La decoración japonesa apuesta generalmente por muebles bajos. De hecho, es de sobra conocida la imagen de los japoneses sentados en el suelo sobre cojines tomando el té delante de una mesa baja. E incluso la de un dormitorio compuesto por un colchón muy bajito rodeado de... la nada más absoluta. Este último ejemplo es quizá un poco extremo, pero ayuda a hacerse una idea de cómo es este estilo decorativo, en base, y tomar prestados algunos conceptos para, en la medida de lo posible, adaptarlos a nuestra casa.
Hablamos por ejemplo de apostar por muebles para espacios pequeños con el fin de aumentar la sensación de amplitud de una estancia. De esta forma, es muy probable que sientas que la habitación se ha vuelto más grande y que el mobiliario no es un impedimento para ello.
Puertas correderas y mamparas
Las japonesas son generalmente casas muy pequeñas. Por ello, es esencial para ellos aprovechar al máximo cada centímetro cuadrado. Algo a lo que contribuyen en gran medida las puertas correderas y mamparas para separar las distintas estancias, en detrimento de las puertas batientes a las que estamos acostumbrados en Occidente.
Las puertas correderas y las pantallas proporcionan más espacio y favorecen la filosofía zen. Las pantallas más antiguas están hechas de un fino papel translúcido que se sostiene dentro de un marco de madera resistente. Las versiones modernas, sin embargo, generalmente están hechas de paneles de vidrio que dejan pasar la luz natural y permiten disfrutar de las espectaculares vistas de la naturaleza.
Madera y bambú natural
Qué mejor manera de armonizar con la naturaleza que llevarla al propio hogar. Es muy común en la cultura japonesa usar elementos de madera a lo largo y ancho de toda la casa, los muebles de estilo asiático o japonés están fabricados en su mayoría en maderas naturales, destacan sus líneas muy rectas y acabados en una gran diversidad de colores. De hecho, la madera y el bambú tienen un papel muy importante en el estilo japonés. Ambos elementos dan una apariencia cruda y terrosa que combina perfectamente con el entorno iluminado por la luz natural. El efecto sereno y calmante de estos materiales, especialmente en sus tonos más claros, influye muy positivamente en la atmósfera de la vivienda.
Bañeras de madera
A pesar de que, como decíamos, los japoneses tienen el espacio justo y necesario, rara vez renuncian a la posibilidad de contar con una bañera. Sin embargo, presentan algunas diferencias respecto a las occidentales, ya que son más profundas, incorporan un asiento en su interior, muchas de ellas tienen una forma redonda y... la mayoría son de madera. Estas bañeras, conocidas comúnmente como Ofuro, se han convertido en toda una tendencia en Japón para combatir el estrés y favorecer la relajación. Y no es para menos.
Iluminación natural y espacios abiertos
Estos dos son los principios sobre los que se asienta el estilo de decoración japonés. Como comentábamos hace poco, la luz natural no solo ilumina la casa, sino que potencia el atractivo de cada color y textura presente en su interior. De ahí que, aparte de las pantallas, en la decoración japonesa se abogue por grandes ventanales e incluso tragaluces en el techo para favorecer el paso de la luz. Del mismo modo, se usan mucho los muebles estrechos para usar el espacio de manera eficiente. Esto obliga a guardar solo las cosas que son absolutamente necesarias.
Colores neutros
El estilo japonés emplea colores neutros como el blanco, el verde, el marrón y el negro en alusión a distintos elementos de la naturaleza. Esto facilita su integración en cualquier parte de la casa. El uso de colores llamativos se reserva para dar un punto de equilibrio al diseño, pudiendo agregarse, por ejemplo, a uno o dos jarrones, un cuadro o unos cojines.
En definitiva, la cultura y decoración japonesas son muy diferentes a las nuestras, por lo que no te obsesiones con cambiar tu casa de arriba abajo, ni mucho menos. Pero sí puedes inspirarte en lo aquí comentado para renunciar a algunos elementos innecesarios y mejorar tu espacio vital. Al final, de lo que se trata es de organizar bien cada estancia para lograr la ansiada tranquilidad y el relax.