El concepto anglosajón raw, que podría traducirse como 'en bruto' y, hasta hace poco, se usaba únicamente en el mundo de la alimentación para referirse a la comida cruda o sin procesar, ha llegado para quedarse al sector del interiorismo. La decoración raw promueve la integración en el hogar (o en cualquier otro tipo de inmueble) de elementos de madera imperfecta, prácticamente tal y como viene de la naturaleza, con otros más modernos o, en definitiva, de otros estilos, para formar una desenfadada y atractiva mezcla de texturas y acabados al más puro estilo ecléctico.
El estilo raw aboga por el encanto de la madera natural en su más pura esencia y de su capacidad para combinar con otras texturas, a priori, totalmente antagónicas, que remarcan todavía más si cabe las propiedades de la primera. Y cuando hablamos de madera natural, lo hacemos de madera con las vetas, irregularidades e incluso grietas características de este material tal y como viene del árbol. O casi. Porque obviamente los muebles raw son pulidos para eliminar las astillas y, en la mayoría de los casos, debidamente tratados con imprimaciones e incluso barnices de color para sellar los poros de la madera y evitar así la aparición de hongos o bacterias. Un proceso necesario que, no obstante, pretende interferir lo menos posible en este material con el fin de presentarlo en el hogar de la forma más natural y pura posible, objetivo que se consigue con creces en la práctica totalidad de productos.
Estas piezas, tanto mobiliario como textiles y artículos de decoración, son usadas para, en contraste con otras más estéticamente perfectas, conseguir ese necesario y cada vez más ansiado toque de calidez y estilo rústico en cualquier espacio de la casa, desde la entrada hasta el dormitorio principal. De esta forma, el estilo raw consigue romper con la monotonía imperante en otras decoraciones más ordinarias, convirtiendo en virtud lo que de otro modo podría parecer un defecto.
Asimismo, la decoración raw fomenta la serenidad propia de la naturaleza, para lo que se emplean textiles de tacto suave, como el lino o el algodón, y colores cálidos (tierra, crema, beige, etc.) combinados con los verdes propio del bosque, que puede incluirse, por ejemplo, con la presencia de plantas de interior.
Además y por si fuera poco, la decoración raw es ecofriendly, ya que los muebles de esta tendencia requieren menos productos y procesos contaminantes, e incluso en algunos casos están realizados en madera reciclada.
¿A qué esperas para dejarte seducir por los naturalmente imperfectos encantos del estilo raw?