No paras de leer posts y más posts sobre organización, diseño y decoración de la casa y, curiosamente, has dejado que el desorden se haga dueño de la tuya. ¿A ti también te ha pasado? Bajas la guardia un par de días y lo siguiente es ver pilas de cartas en la consola recibidor, libros y revistas sin ton ni son sobre la mesa de centro o muestras de champús abarrotando la encimera del cuarto de baño. Ya se sabe, en casa de herrero, cuchillo de palo. ¿Y ahora qué? Vas ordenarlo todo mañana, ¿verdad? ¡Ajá! Primer error. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Todos necesitamos un pequeño empujoncito para ponernos manos a la obra, y estos sencillos consejos pueden servirte de ayuda y, al mismo tiempo, de aliciente para ello. No tienes que hacerlo todo de una vez. Prueba a aplicarlos poco a poco, al menos un consejo a la semana.
Un sitio para cada cosa
Si hay un lugar para todo, es más probable que todo esté en su lugar. Así que el primer paso es asegurarte de que todo tenga su propio lugar. Para ello, puedes ayudarte de muebles, cajones adicionales, etiquetas... Lo que más práctico te resulte.
Ordena una habitación cada vez
Ponte con una habitación o espacio cada vez y ordénala de una tacada. Coge una caja o una bolsa y pregúntate ante cualquier bártulo de dudosa utilidad: "¿voy a usar esto otra vez?" Si la posibilidad de que sea útil es inferior al 50%, significa que puedes vivir sin él. Si es así, véndelo, dónalo o tíralo.
Cuando más útil, más accesible
Es pura lógica. Si se usa con más frecuencia, haz que sea más accesible. Si solo vas a usarlo durante las vacaciones, guárdalo en algún armario secundario para que moleste lo menos posible en el día a día. Dicho de otra forma, que la colchoneta para la playa no te dificulte alcanzar otras cosas de uso más cotidiano.
No lo pienses, ¡hazlo!
Lo que decíamos antes, no lo dejes para mañana. Evita dejar las cartas sobre la consola de entrada para verlas más tarde, no apoyes la sopa encima de una silla para guardarla "cuando tenga un minuto". No lo pienses, simplemente hazlo, aunque te dé muchísima pereza en ese momento. Al principio te costará mucho hacerlo, pero a medida que vayas cogiendo la costumbre de colocar todo en su sitio al momento, lo harás de forma automática.
La cocina debe dar ejemplo
La cocina es el primer lugar que necesita estar bien organizado y, debido a que es el más usado de toda la casa, precisamente suele ser el más desordenado de la casa, muchas veces porque tendemos a almacenar en ella cosas inútiles. ¿En serio quieres seguir conservando esa mostaza gourmet que caducó hace 10 años solo porque fue un regalo? ¿De verdad necesitas 12 cucharones distintos de madera? Prioriza. Todo lo que no uses con cierta frecuencia, sobra.
¿Para qué tantas cajas?
¿Por qué sigues conservando la caja de la tele que compraste hace 10 años? Un error es que solemos cometer es guardar las cajas de los electrodomésticos o artículos que compramos indefinidamente. ¡Error! Recuerda que una vez pasa el periodo de garantía (generalmente 1 o 2 años), la caja no sirve absolutamente para nada y ocupar muchísimo espacio. Si tienes alguna, es hora de desprenderte de ellas.
Cestas y baúles: tus grandes aliados
Si tienes hijos/as, necesitas cestas y/o baúles, ya que son perfectos para guardar objetos variados: juguetes, libros, suéteres, zapatillas, etc. Lo ideal es tener al menos una cesta para cada miembro de la familia. Una vez a la semana, se vacían, pero mientras tanto, las cosas no están por en medio.
Las cosas que entran... por las que salen
Instaura una regla: las cosas que entran, por las que salen. Cada vez que compres una cosa, deberías desprenderte de otra, vendiéndola, donándola o tirándola. Ojo, esta regla también deben aplicarla el papá o la mamá de casa, no solos los niños.