La cultura del DIY (abreviatura de do it yourself o, lo que es lo mismo, hazlo tu mismo/a) ha puesto de moda, entre otras muchas cosas, la decoración de la casa con palets. En la actualidad, y dado el aumento de su demanda, es algo más difícil conseguir palets que hace algunos años, cuando estos se amontonaban junto a los contenedores de basura, pero con un poco de esfuerzo (buscando en los alrededores de polígonos industriales), tirando de contactos con conocidos en empresas de logística, o incluso comprándolos a bajo coste (en internet podemos encontrar palets por un precio que oscila entre los 3 y los 6 euros) podemos dar con ellos sin excesivos problemas.
Una vez conseguido el palet, es necesaria su limpieza y puesta a punto para su reciclaje y posterior uso decorativo, sobre todo si se trata de uno recogido de la calle. Para ello podemos limpiarlo con un estropajo y un poco de agua y jabón. Luego convendrá pasar una lija para igualar y suavizar su superficie, eliminando las posibles impurezas y astillas sueltas (con unos guantes evitaremos hacernos daño). Despúes es recomendable aplicar una capa de imprimación y, por último, solo quedará pintarlo o barnizarlo a nuestro gusto y...voilà! ¡Listo para decorar!
Un palet puede servir para casi cualquier cosa que podamos imaginar. La variedad de posibilidades que nos ofrece para decorar el hogar es infinita. Podemos emplear un palet, por ejemplo, como una original mesa auxiliar, bien sea la mesa de centro del salón, el mueble de la televisión o una mesita rinconera en el comedor, el dormitorio, el recibidor o la cocina. Si la mesa se queda algo bajita, podemos incrementar su altura apilando varios palets o adherir a uno de ellos unas tablas de madera a modo de patas.
Trabajándolo un poco más, un palet puede convertirse en una peculiar mesa de ordenador con compartimentos para libros, CDs o documentos, un original biombo separador de ambientes (para ello será necesario un mínimo de cuatro palets), un perchero, una estantería de estilo rústico o por qué no, en el lienzo que nos inspire para un improvisado cuadro realizado por nosotros/as mismos/as. También podemos emplearlo como somier o cabecero de cama, o incluso como soporte de un asombroso sofá, poniendo sobre él un cojín grande o varios pequeños.
Los palets también se prestan a la creación de originales muebles de exterior: una mesa de centro o un sillón para la terraza o el jardín, un macetero de gran tamaño, un banco para descansar o disfrutar de un agradable rato de lectura al aire libre....
El límite, como siempre, lo pondrá nuestra imaginación.