Que el estilo nórdico o escandinavo está de moda es más que evidente. Y lo es, entre muchas otras virtudes, por su genuina capacidad para aumentar la sensación de confort y potenciar la luz natural de los ambientes. Esta característica lo hace especialmente recomendable para decorar el salón, el espacio de ocio por antonomasia dentro del hogar, donde el ansiado bienestar se antoja más esencial si cabe.
Los salones nórdicos se caracterizan sus líneas sencillas y naturales, su distribución diáfana y poco recargada y el empleo de colores suaves (beige, crema, etc.), con especial predominio, como no podía ser de otra manera, del blanco. Precisamente de estos colores suelen ser los tapizados de los sofás en este tipo de salones. Esto les confiere un encanto único, y dota a la estancia de una luminosidad realmente atractiva. No en vano, los sofás son, en casi todos los casos, lo primero que se ve y los elementos protagonistas de la sala de estar.
La presencia de grandes ventanales que dejen pasar la luz natural es otra de las principales señas de identidad de los salones nórdicos. Esta tendencia procede de la cultura calvinista, que apuesta por mostrar abiertamente al exterior la vida dentro del hogar. Una corriente, partiendo de la práctica de una vida ejemplar, viene a resumirse en un concepto: en casa no hay nada que esconder. De ahí que en estos salones también sean muy comunes los muebles abiertos y de baja altura que, además de no esconder nada, faciliten el paso de la luz por todo el salón.
El material más utilizado para la realización de sus muebles es la madera (generalmente de color blanco), en su amplia gama de variedades: acacia, mindi, dm, etc. Un material también usado con frecuencia para decorar el suelo a través de parqués, laminados, tarimas flotantes, etc. en tonos cálidos con el fin de lograr un atractivo contraste visual respecto al blanco imperante en los muebles. Entre las piezas fundamentales para completar el mobiliario de toda sala de estar, se encuentran los muebles para la televisión, mención especial merecen los muebles tv nórdicos ya que sus líneas sencillas ayudan a mantener el equilibrio visual de una de las estancias de la casa a la que mayor uso le damos y por tanto muchas veces descuidada o no tan ordenada como nos gustaría.
Los complementos textiles también juegan un papel muy importante en los salones de estilo nórdico, donde no suelen faltar los cojines, fundas, alfombras y mantas, principalmente hechos con lino o algodón y acabados en cualquier tipo de color, y cuyos objetivos principales son contribuir al mencionado contraste cromático y ofrecer ese plus de confort que solo estos artículos son capaces de dar.
Entre las piezas fundamentales para completar el mobiliario de toda sala de estar se encuentran los muebles para la televisión, mención especial merecen los muebles tv nórdicos ya que sus líneas sencillas ayudan a mantener el equilibrio visual de una de las estancias de la casa a la que mayor uso le damos y por tanto muchas veces descuidada o no tan ordenada como nos gustaría.