Hay muchos tipos de muebles que nos encantan, como es lógico y normal. De lo contrario, no nos dedicaríamos al mundo de la decoración. No obstante, hoy queremos detenernos en unos en concreto que son una de nuestras debilidades. Se trata de los sillones colgantes para terraza y jardín, auténticos emblemas de nuestra tienda.
Además del ya mencionado, pueden recibir varios nombres: balancines de jardín, sillas nido, canastos balancín, columpios balancín... Más allá del debate sobre su nomenclatura, lo que está claro es que son absolutamente maravillosos. Se trata de artículos muy sofisticados, diseñados originalmente para descansar plácidamente al aire libre, están entre los muebles de exterior y jardín más demandados, pero ojo, que también pueden ser igualmente disfrutados en el interior del hogar sin ningún tipo de problema, siempre que tengas espacio para ello en alguna estancia. No obstante, tampoco es que ocupen mucho. De hecho, lo normal es que tengan un diámetro aproximado de un metro. ¿Quién no tiene un metro cuadrado disponible en casa?
Su gama de diseños es muy amplia. Los hay de diferentes formas, aunque predominan especialmente los ovalados y los circulares. Asimismo, los hay más o menos envolventes, es decir, con o sin brazos o paredes que protejan el asiento, lo que te ofrece la posibilidad de elegir según lo te más te guste tanto a nivel estético como puramente funcional.
Su material es otro tema interesante. En la silla o el cesto, la mayoría de los modelos apuestan por el ratán sintético, ya que este cuenta con un tacto y apariencia prácticamente idénticos a los del ratán natural, pero es más económico y no exige ningún mantenimiento. No obstante, algunos modelos son de algodón, que tiene una mayor suavidad, pero, en cambio, se mancha con bastante más facilidad. Al final se trata de poner una balanza lo que te compensa más... Otra cosa es su base y la cadena de la que cuelga el sillón, siempre realizadas en materiales de altísima resistencia como el hierro o el acero, una característica indispensable para ofrecer al/la usuario/a la garantía de que el balancín aguantará nuestro su sin problemas (siempre, claro está, que apliquemos el sentido común).
Sobre sus colores, si bien no hay nada escrito, triunfan especialmente el blanco, el negro, el marrón e incluso el teca, por su capacidad de integrarse muy bien con el entorno en exteriores. Es preferible huir de colores llamativos, como el rojo, el azul o el amarillo, puesto que en una terraza o jardín lo más normal es que no queden bien por resultar algo artificiales.
Lo cierto es que estas sillas nido son ideales para disfrutar de un suave y placentero balanceo mientras leemos un buen libro, echamos una cabezadita o simplemente desconectamos de nuestras preocupaciones, ya sea dentro o fuera de la vivienda, algo que todos/as deberíamos hacer con más frecuencia de lo que hacemos. Pero es que, además, darán a la casa una gran dosis de estilo y distinción, causando una grata impresión a los invitados. Por todo ello, se nos ocurren pocos artículos mejores que los sillones colgantes. ¿Y tú? ¿Todavía no tienes el tuyo?