De vez en cuando siempre viene bien hacer un lavado de cara a nuestra casa, cambiar y renovar los muebles, o simplemente quitar y añadir algún elemento decorativo, sobre todo si tiene el protagonismo de la estancia.
A continuación, te contaremos algunos trucos e ideas para decorar tu casa y seguir las tendencias de este verano.
Nuestra apuesta más clara siempre es que menos es más. Es decir, no es necesario que recarguemos una estancia en exceso con muebles, textiles o otra decoración para dar sensación de que sabemos cuáles son las tendencias del momento (no hace falta colocarlas todas en un mismo espacio, podemos distribuirlas o elegir la que mejor se adapta).
Una forma de seguir esta recomendación es a través del estilo slow deco. Una tendencia en decoración e interiorismo que apuesta por espacios sencillos, tranquilos, relajados, en armonía… Se trata de crear espacios en los que poder desconectar.
El color tendencia de esta temporada no podía ser otro que el blanco. Un color del que ya hemos hablado en otras ocasiones y que nos ofrece pureza y luminosidad, un elemento clave en esta época del año, en la que las horas de sol son tan amplias.
El blanco puede convertirse en el color mayoritario de tu hogar, tanto en la pintura de las paredes, como en los muebles, pero no solo ahí, ya que también podemos encontrarlo y ubicarlo en otros detalles, como en los textiles que acompañan a la decoración (cortinas, cojines, sábanas…), en elementos decorativos…
Pero usar el blanco como color principal no significa que no podamos darle algunas pinceladas de color a nuestro hogar. De hecho, hacerlo nos ayudará a crear espacios con más personalidad. Algunos de los colores que son tendencia este verano son los azules, verdes, naranjas, amarillos, rosas… Todos ellos, colores frescos, que puedes aplicar tanto en sus tonalidades pastel como en otras más vibrantes. La elección dependerá de lo que quieras conseguir.
Si lo que queremos conseguir es que en nuestro hogar se respire el tradicional aire mediterráneo, la combinación perfecta de colores que estamos buscando es la de azul y blanco. Dos colores que nos transportarán a zonas ibicencas y griegas, en definitiva, de playa y mar.
Si quieres conocer algunas de las claves de este estilo, no puedes dejar de leer este artículo.
En cuanto a mobiliario, las maderas en tonos claros se convertirán en un imprescindible en la composición de tu hogar. Optar por estos tonos nos ayudará a conseguir esa sensación de luminosidad, espacio y tranquilidad que tanto venimos buscando, y que serán sinónimo de desconexión, algo muy preciado y buscado durante el verano, y más cuando hablamos de las vacaciones.
Si, además, combinamos estas maderas con el resto de ideas que estamos contando en este artículo, seguro que el resultado que conseguimos es ideal para el verano.
Junto a la claridad de las maderas, hay otro elemento que resulta de gran ayuda para conseguir espacios veraniegos (aunque es verdad que cada vez más lo encontramos en otras épocas del año): las fibras naturales o vegetales.
Estas fibras podemos encontrarlas en gran cantidad de muebles, como cómodas, cabeceros, sillas… pero también en diferentes elementos decorativos, como lámparas, cestos o alfombras.
Sin duda se trata de un gran aliado para seguir las tendencias del momento. Combinar colores blancos y tierra o diferentes maderas con las fibras naturales es un acierto seguro.
Un elemento decorativo que suma gran valor a los hogares son las alfombras. Cuando llega la temporada estival tendemos a quitarlas y guardarlas hasta el próximo invierno, pero lo cierto es que existen otras alternativas, y lo que podemos hacer es sustituirlas por otras que estén hechas de materiales más frescos, como el vinilo o las fibras naturales, de las que veníamos hablando.
Existen diferentes modelos y opciones entre las que elegir, aunque algunas de las más recurridas y que actualmente se encuentran en tendencia son las alfombras de yute.
Pero no solo con cambiar las alfombras basta, si quieres darle un toque veraniego a tu hogar también tienes que optar por otros cambios. Algunos pueden ser muy simples y sin recurrir a gastarnos dinero, como cambiar la distribución de las piezas de decoración que forman la estancia.
Otros cambios pueden ser a nivel de elementos textiles, como fundas para cojines o sofás, cortinas… Si no queremos hacer un gran desembolso de dinero en este aspecto, una idea es tener un conjunto para verano y otro para invierno. De esta manera, cuando llega la temporada correspondiente ponemos el que toca y guardamos el otro, y no hay que comprar cada año elementos nuevos.
Por último, pero no menos importante, no podemos dejar pasar la oportunidad de darle un toque verde a nuestro hogar. Las plantas y flores nos ayudarán a purificar el aire de la casa a la vez que aportarán frescura. Además, un aire de naturaleza nos acercará más al verano.
Estas son algunas de las tendencias que puedes seguir este verano, pero si quieres conocer más, pincha aquí.