El tocador es uno de los espacios más personales de la mujer dentro de la casa. Ubicado generalmente en el dormitorio o el vestidor, se trata de un lugar hecho a su gusto y necesidades en el que, además de poder sentarse relajadamente frente al espejo con el fin de ponerse todavía más guapa antes de una ocasión especial, puede almacenar cómoda y ordenadamente sus utensilios de maquillaje, peines, joyas, etc.
En todo tocador que se precie hay tres elementos fundamentales: una mesa con varios compartimentos de almacenaje, un taburete y un espejo. Dichos elementos pueden ir juntos o por separado. Nos explicamos. Decimos que pueden ir juntos porque como probablemente ya sepas, existen conjuntos de mesa y taburete para tocador con un espejo escondido en su interior, normalmente adherido a la parte inferior de la tapa de la mesa, de tal forma que este queda a la vista cuando la desplegamos.
La otra opción es adquirir ambos elementos por separado. Para ello podemos optar en primer lugar por una mesa de escritorio con varios cajones que permitan clasificar y guardar los diferentes utensilios de maquillaje, cosméticos y joyas; en segundo lugar, por un taburete bajo que haga juego con la mesa en tamaño, material, color y estilo; y en tercer y último lugar, por un espejo de pared, cuanto más grande, mejor. A la hora de colgar el espejo, y aunque parezca muy obvio, antes de agujerar la pared para poder poner los anclajes, recuerda que es muy importante que el espejo quede a una altura que permita verse reflejada mientras estás sentada.
Una vez resueltos los principales elementos, lo siguiente es conseguir una buena iluminación. Para ello, si vemos que la lámpara del techo no genera todo el nivel de luz que desearíamos, podemos optar por colocar una guirnalda de luces sobre el marco del espejo o alrededor del mismo. Con este recurso, además de obtener un bonito resultado, nos aseguraremos una iluminación espectacular.
A partir de aquí, podemos ayudarnos de una infinidad de elementos con fines decorativos y/o funcionales: desde botes abiertos para colocar los lápices y pinceles de pintura hasta una bandeja o cesto organizador de maquillaje, pasando por un espejo de mesa de aumento, velas, una lámpara de mesa, letras decorativas, un jarrón o figura decorativa, flores naturales o artificiales, etc.
Todo suma y a buen seguro contribuirá a formar un tocador elegante, funcional y poseedor de tu sello más personal.