Los globos terráqueos se han ido convirtiendo, casi sin darnos cuenta, en pequeñas joyas decorativas. Y es que, si hace pocos años eran un objeto imprescindible en el escritorio de los niños o en la estantería del salón de la casa, hoy en día su presencia es principalmente decorativa, dado que en estos tiempos más modernos tenemos un mayor acceso a todo tipo de mapas gracias a Internet. Si bien podemos seguir pasando horas y horas dándoles vueltas con el fin de descubrir nombres y países desconocidos y soñando con algún día llegar a conocerlos.
A diferencia de los mapamundis, que suelen ocupar toda una pared y a algunos les resulta excesivo dedicarle tanto espacio, un globo terráqueo tiene la ventaja de que cabe en cualquier parte: sobre una mesita auxiliar del salón, en el dintel de una chimenea, junto al escritorio, en una estantería y en general sobre cualquier aparador o consola de casa.
Claro está que atraparán la mirada de quien visite tu hogar u oficina, además, despertarán tu interés por la geografía. Las bolas del mundo, junto con las brújulas, son ideales para que los más pequeños despierten el interés por la geografía y conocer la localización de los continentes, océanos, países y sus capitales. Estos globos, cuentan con marcaciones en los meridianos, paralelos, trópicos, hemisferios y ejes.
Conscientes de su genuino encanto, en nuestra tienda online hemos decidido ofrecerte esta interesante gama de globos terráqueos de diferentes tamaños y acabados, para que puedas seguir disfrutando de ellos como si no hubiera pasado el tiempo. En sus colores normales, en sepia o incluso en plateado, son una opción ideal para darle un toque retro a una casa, un despacho o una oficina. Y además de su función decorativa, puedes usarlos como elemento antiestrés, cogiéndolos en cualquier momento para hacerlos rodar y rodar, o bien de consultarlos detenidamente con el objetivo, por ejemplo, de decidir adónde irás la próxima vez que hagas un viaje. Al fin y al cabo, tenemos un planeta maravilloso con miles de sitios susceptibles de ser visitados. Y un globo terráqueo es una buena forma de echar un rápido vistazo a la ubicación de todos ellos sin tener que recurrir una vez más a los dispositivos electrónicos, de los que tal vez abusamos demasiado en la actualidad.